martes, 24 de noviembre de 2015

El cerebro Adicto

Este tema es de suma importancia, ya que uno  de los mayores problemas del ser humano radica en lo que pensamos que necesitamos, lo cual nos lleva  a las adicciones. Anteriormente se creía que este tipo de adicciones eran una debilidad mental o una fuerza de voluntad, sin embargo hoy en día es reconocida por la ciencia como una enfermedad crónica con cambios cerebrales específicos.
Uno de los descubrimientos más notables de las neurociencias ha sido la determinación de los circuitos de recompensa. Se trata de mecanismos de placer que involucran diferentes regiones cerebrales que se encuentran comunicados mediante mensajeros químicos llamados "neurotransmisores". La dopamina es un mensajero químico involucrado en la motivación, el placer, la memoria y el movimiento, entre otras funciones. En el cerebro, el placer se produce a través de la liberación de la dopamina en el "núcleo accumbens", una región a la cual los neurocientíficos llaman el "centro de placer del cerebro". Justamente la acción de una droga adictiva funciona a partir de la influencia en ese sistema.
Como sabemos, algunos adictos llegan a focalizarse en conseguir y disfrutar de la droga excluyendo todos los demás aspectos de sus vidas: descuidan a su familia, su trabajo, su propia salud. A sabiendas de que se están destruyendo a sí mismos, siguen con el consumo de la droga y, a medida que continúan con su uso, se hacen tolerantes. Así, las dosis que inicialmente utilizaron para estimularse ya no son eficaces y necesitan usar una dosis más alta.
Efectos de algunas sustancias
Nicotina. Estimulante que se encuentra en cigarros y otras formas de tabaco. Es muy adictiva y al fumarse eleva el riesgo de cáncer, enfisema, trastornos bronquiales y problemas cardiovasculares.
Alcohol. Su consumo puede dañar el cerebro y la mayoría de los órganos. Las áreas cerebrales especialmente vulnerables a esta droga son la corteza cerebral (funciones ejecutivas), el hipocampo (memoria y aprendizaje) y el cerebelo (coordinación de movimientos). Mariguana. Puede dañar la memoria y el aprendizaje de corto plazo, la capacidad de concentración y la coordinación. Aumenta el ritmo cardiaco y puede perjudicar los pulmones, así como elevar el riesgo de desarrollar psicosis en personas vulnerables.
Inhalables. Sustancias volátiles que se encuentran en muchos productos caseros, como pinturas, pegamentos y algunos aerosoles. Son extremadamente tóxicos y pueden dañar el corazón, los riñones, los pulmones y el cerebro.
Cocaína. Estimulante que por la brevedad de sus efectos se suele consumir varias veces en una sola sesión. Puede provocar graves consecuencias médicas relacionadas con el corazón y los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo.
Adicción sin sustancia
Un descubrimiento, realizado por investigadores del Scripps Research Institute de California en estudios con animales, en 2010, sugiere que los mismos mecanismos cerebrales que participan en la adicción a las drogas aparecen en la compulsión de comer y el consecuente desarrollo de la obesidad. En ambos casos el exceso puede provocar una descompensación en el circuito de recompensa; en los comedores compulsivos, los impulsa a buscar alimentos ricos en grasas. Esta similitud hace pensar que muchas de las compulsiones, o conductas adictivas humanas (por ejemplo, adicción al sexo y a los juegos de azar) podrían tener relación con desequilibrios de dopamina o de otros neurotransmisores. Así, aunque en principio estas conductas no sean adictivas, pueden llevar a la adicción.
Principales factores de riesgo
  • Conducta agresiva temprana
  • Habilidades sociales deficientes
  • Ausencia de supervisión paterna
  • Compañeros/amigos que abusan de sustancias
  • Disponibilidad de la droga
  • Pobreza … 
 
"La adicción se aprende y se almacena como memoria en el cerebro por lo que la recuperación es un proceso lento"
La persona que es adicta no quiere serlo. Su adicción ya le costó su trabajo, su pareja, su bienestar. Sin embargo, no puede resistir la tentación. Como dijimos al principio, se trata de una enfermedad de la que actualmente no existe cura. Se la debe tratar como otras enfermedades crónicas (hipertensión, asma, cáncer) y, como tal, mantener el tratamiento ya que, de otro modo, el paciente recae. La adicción se aprende y se almacena como memoria en el cerebro por lo que la recuperación es un proceso lento. Incluso después de que una persona renuncia, por ejemplo, al consumo de drogas, durante semanas, meses, e incluso, años, la exposición al sitio de la droga, caminar por una calle donde la compraron o tropezar con personas que siguen consumiendo les trae un tremendo impulso a querer consumir de nuevo. Existe una serie de tratamientos que lograron eficacia, por lo general al combinar estrategias de autoayuda, de psicoterapia y de rehabilitación. Para algunos tipos de adicciones, ciertos medicamentos también pueden ayudar.
§   Terapia cognitiva conductual: busca ayudar a los pacientes a reconocer, evitar y hacer frente a las situaciones en las que son más propensos a abusar de las drogas.
§  Reforzamiento sistemático: utiliza el refuerzo positivo, como el otorgamiento de recompensas o privilegios por estar libres de drogas, por asistir y participar en las sesiones de terapia o por tomar medicamentos para el tratamiento según las indicaciones.
§  Terapia de estímulo motivacional: utiliza estrategias para producir cambios rápidos en el comportamiento, motivados internamente, para dejar de consumir drogas y facilitar el inicio del tratamiento.
§  Terapia familiar (en especial para los jóvenes): aborda los problemas de drogas de una persona en el contexto de las interacciones familiares y su dinámica, que podrían contribuir al consumo de drogas y otras conductas de riesgo.
La prevención
Pero para no llegar a necesitar tratamiento Rubén Baler propone la prevención universal: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo". Entre los factores negativos se encuentran, por ejemplo, los padres adictos, la pobreza extrema, la mala nutrición, la falta de ejercicio, así como un ambiente que no sea confiable para los chicos y, desde luego, un entorno de violencia. "Deben evitarse esas actividades desafiantes, o de franca delincuencia", pues son factores de muy alto riesgo. Baler añade que no es cuestión de magia. "Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias".
Al documentar tanto la investigación que ha realizado la doctora Nora Volkow como la que ha financiado el Instituto Nacional de Psiquiatría se encontraron todos los elementos que definen la adicción como una enfermedad tratable. Ahora la política pública debe reunir esta evidencia científica, compartirla con la población y convertirla en una convicción social.
 
CONCLUSION
Hoy en Día es  tan común el acceso a este tipo de sustancias, que cualquiera puede caer en vicios como las antes mencionados por lo que es muy importante el apoyo de familiares y amigos para poder evitar este tipo de enfermedades, De igual manera existen muchos maneras de apoyar a las personas que sufren de estas enfermedades por lo que sería importante ayudar en medida de lo posible ya que mucho estamos propensos a caer en este tipo de enfermedades debido al estrés y situaciones de la vida que cada día son mas difíciles.
Revista de divulgacion de la ciencia UNAM
Bottom of Form
National Institute on Drug Abuse

miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Que es Ser un estudiante en Linea?


¿Qué es Ser un estudiante en línea?


Con la aparición de las tecnologías se ha cambiado la forma en la que nos relacionamos por lo tanto la forma en la que aprendemos. Ejemplo de esto es la aparición de las Universidades en línea que permiten estudiar desde cualquier lugar (casa u oficina).

El estudiante en línea debe tener algunas características como son:

·         Actitud proactiva. Cuentas con libertad y autonomía, puedes tomar  decisiones respecto a tu propio aprendizaje y desempeño, sin perder de vista tu objetivo planteado.

·         Compromiso con el propio aprendizaje. Debes asumir que eres responsable de tu aprendizaje, eres un agente activo y gestor de ese aprendizaje.

·         Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias. Desarrollar y hacer uso de tus habilidades y la adquisición de destrezas a tu propio ritmo.

·         Actitud para trabajar en entornos colaborativos. Tu aprendizaje se puede ver enriquecido por el hecho de conocer diferentes personas de distintos lugares con variadas perspectivas.

·         Metas propias. Más allá de la superación de las asignaturas debes tener metas que ayuden a seguir.

·         Aprendizaje autónomo y Autogestivo. Generar destrezas relacionadas con la comunicación, la búsqueda, la selección, la producción, la difusión de la información y el conocimiento.

Algunos tips que te podrán ayudar son los siguientes:

·         Evita memorizar y repetir el conocimiento. Más bien analízalo, procésalo, aprópiate de él y proyecta tu saber.

·         Dejar atrás los entornos competitivos. No olvides que el trabajo colaborativo no solo enriquece tú propio conocimiento, sino que también fortalece tú aprender a aprender.

·         Gestión y administración del tiempo. Deberás crear una agenda de actividades, que te permita programar todas las actividades. Debes administrar tus tempos.

·         Destrezas comunicativas. Deberás potencializar tus habilidades de lectura y escritura. En un ambiente en línea se consideran Netiquetas, a las normas de comunicación en línea.

 

martes, 20 de octubre de 2015

Desde hace ya varios siglos el hombre ha practicado la enseñanza académica y ha buscado nuevos y más efectivos métodos para la transmisión de conocimientos entre la humanidad. Tan es así, que encontramos en la actualidad la posibilidad de completar un grado de estudio preparatoriano solamente sentándonos frente a una pantalla y tomando clases por medio de una plataforma especializada como lo podemos encontrar en el caso de Prepanet, una institución dedicada a fomentar la educación en México por medio ofrecerle a personas con escasez de tiempo y recursos la oportunidad de estudiar sin alterar drásticamente sus actividades diarias.
Sin embargo, ¿cómo es que debemos aproximar, desde el punto de vista del alumno, estas nuevas tendencias sobre el aprendizaje? Estamos acostumbrados al viejo modelo que recae en el típico alumno sentado en un banquillo esperando adquirir conocimientos y destrezas de su maestro, quien, dentro del típico estereotipo, se apoya en un pizarrón y libros para enseñar a sus alumnos. Este modelo, cabe recalcar, no modela para nada la realidad actual de un estudiante que toma clases en línea. ¿Qué destrezas y hábitos son los que definen a un alumno de este tipo? Pues la respuesta es, en cierta medida, muy evidente. Partiendo de que un alumno que toma clases por un medio virtual es uno que no tiene la posibilidad de asistir a una escuela “tradicional” (ya sea por cuestiones de tiempo o recursos), se puede afirmar que el tiempo es un factor determinante en el aprovechamiento y desempeño de un alumno de esta categoría.
Decimos que el tiempo es la clave para el buen “alumno virtual” ya que, siendo éste un individuo que no interactúa de manera presencial con un tutor u otros alumnos, es de vital importancia para su crecimiento escolar que considere bien el tiempo que debe dedicarle a cada materia en la que esté enrolado. Es decir, es indispensable que el alumno desarrolle un cierto grado de independencia, que es justamente un requisito implícito que tomar clases en línea impone, esto es debido a que, como ya mencionamos, al salirnos del esquema tradicional donde el maestro instruye presencialmente al alumno, no hay una retroalimentación inmediata ni un medio para aclarar dudas que le sea tan efectivo al alumno como aquel ofrecido por el marco tradicional de enseñanza. Por otro lado, esto no es de considerarse completamente negativo, debido a que en términos ideales, si el modelo de aprendizaje en línea es ejecutado correctamente, el alumno puede llegar a desarrollar una madurez mayor en cuanto a la administración efectiva del tiempo, donde éste sabe cuándo tiene que dedicarle más tiempo de estudio a una materia, o incluso, a un tema en específico para poder aprovechar, a sus estándares, lo más posible de sus estudios.
Resumiendo, las aptitudes más elementales que el buen “alumno virtual” ha de tener son: una buena administración de su tiempo libre, una visión amplia sobre aquello que debe hacer y cuándo debe hacerlo, un sentido de autoconocimiento para saber cuándo está batallando con algo, y un deseo personal por querer sobresalir en aquello que está haciendo.